lunes, 31 de agosto de 2015
domingo, 23 de agosto de 2015
Resumen de " La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada" Autor Gabriel García Márquez
RESUMEN
“LA INCREÍBLE Y
TRISTE HISTORIA DE LA CÁNDIDA ERÉNDIRA Y SU ABUELA DESALMADA”
INTRODUCCIÓN.
La literatura latinoamericana rica en matices que entretejen la realidad
con un realismo mágico hace que la lectura sea muy agradable llena de detalles
que nos traslade a los escenarios descritos y nos trasporten a esas realidades
paralelas que rozan lo real y lo irreal.
La cándida Eréndira como es más conocido este cuento escrito por Gabriel
García Márquez premio nobel de literatura (1982), es fiel ejemplo de ese tipo
de literatura que relata la cruda realidad a la que se ve sometida, a las
injusticias de la vida primero tratada como esclava en su propia casa y
posteriormente prostituida por su propia abuela sin escrúpulos.
A pesar de lo crudo de la historia, la lectura nos absorbe y nos adentra
en lo más hondo de los sentimientos humanos y nos hace cuestionarnos sobre esa
llamada humanidad de la que tanto nos jactamos, sobre los límites de lo moral y
de la escala de valores de cada individuo que hace que estos hechos sean vistos
como normales ante muchos
A pesar que la historia fuese escrita en el año 1972 la realidad no han
cambiado mucho, y no solo en Latinoamérica sino en el mundo entero donde
podemos apreciar diariamente la tortura que tienen que sufrir muchos niños y
niñas vendidos y comerciados por sus propios padres y sin contar con los
inescrupulosos que se valen de las redes sociales para aprovecharse de la
inocencia de estos.
PERSONAJES PRINCIPALES
La abuela desalmada: Esposa de Amadis el grande y madre de
Amadis hijo padre de Eréndira, mujer con delirios de grandeza que abusa cruelmente
de su nieta.
Cándida Eréndira: Niña de 14 años,
delgada, frágil y dócil.
Ulises: Joven que se enamora de
Eréndira y que está dispuesto a hacer todo por ese amor.
PERSONAJES SECUNDARIOS
Los Amadises: Esposo e hijo de la
abuela se dedicaban al contrabando, ambos
mueren por sus malos artes.
El tendero del pueblo: Hombre viudo que
disfruta con la virtud de las niñas.
El fotógrafo: Personaje que sigue los
pasos de la feria ambulante que creo la abuela para venderla.
El carguero del camión: Joven que
aprovecha y cobra en especie los servicios prestados a la abuela.
El hombre del correo: Joven de no más
de 20 años y quien corre la voz sobre Eréndira.
El granjero holandés: Padre de Ulises.
Los misioneros: Intentan salvaguardar a
Eréndira.
Las novicias indias: Compañeras de la
niña en el convento.
Las prostitutas: Mujeres que se sentían
celosas ante la popularidad que tenía Eréndira.
RESUMEN
LA INCREÍBLE Y TRISTE HISTORIA DE LA
CÁNDIDA ERÉNDIRA Y SU ABUELA DESALMADA
Así fue como comenzó la desgracia de la huérfana Eréndira
de apenas 14 años.
Eréndira llevaba una vida agotadora, debido a que
tenía que servir a su abuela en todo lo que esta necesitara y adicionalmente
debía hacer todos los quehaceres y oficios domésticos requeridos, ya que ella
vivía en una misión enorme en el desierto solo con su abuela.
Con todas las tareas que tenía la joven, terminaba
rendida del sueño, un día como cualquier en su vida rutinaria se acostó en la
cama dejando un candelabro encendido, al que después el viento consiguió
derribar. Por una desgraciada y casualidad, cuando Eréndira se durmió con un
candelabro ya encendido, se hizo fuego en la mansión, la poca gente del pueblo asistió
a rescatar los restos del desastre.
La desdicha de la joven le llegó al día siguiente,
cuando los daños eran infinitos y no le quedaría vida para pagar todo a su
abuela. Obligada por la anciana, comenzó a prostituirse para pagar su
negligencia.
El primero cliente, fue un hombre tendero viudo del
pueblo, que era reconocido en el desierto porque se decía que pagaba a buen
precio la virginidad. El tendero del pueblo pagó 220 pesos y un poco de comida
por la virginidad de Eréndira. Luego cuando ya no quedaban hombres en pueblo
que lograra costear algo por el amor de la débil Eréndira, se desplazaron en un
camión de carga hacia otros pueblos y regiones.
La joven asumió que debía pagar por el viaje
nuevamente ofreciendo su cuerpo al carguero del camión. Para Eréndira fue una
buena experiencia, ya que se gustaron mutuamente. Fue tanto el gusto que el
carguero le propuso a la abuela que lo dejara llevarse a su nieta con él, ya
que tenía intenciones buenas pero la abuela se negó a no ser qué le pagara la
gran cantidad que le debía su nieta por las pérdidas provocadas. Eréndira
comenzó a llevar su cara pintada con un estilo antiguo, como el de su abuela en
sus años de juventud.
Reiteradamente cuando ya no quedaron más hombres en
el pueblo, se trasladaron a otro pueblo donde decidieron quedarse.
Un cartero pagó por los servicios de Eréndira por
transmitir la llegada de ella a otros hombres. Fue un éxito. Detrás de los
hombres vinieron muchas cosas más como puestos de comida, y mesas de lotería
entre otras cosas. Con el paso del tiempo quizá meses, la anciana llego a ser
flexible con el pago del dinero y emprendió por permitir que los clientes de su
nieta cumplieran el pago con anillos, reliquias familiares o cualquier cosa que
tuviera algún valor materia.
Logro tanto que disfrutó suficiente dinero para
comprar un burro para hacer viable la posibilidad de buscar otros lugares para
cobrarse la deuda. Emprendieron un nuevo traslado llegando a San Miguel del
Desierto, allí fue donde encontró a Ulises, junto al obviamente nuevos clientes
y más dinero conseguido por su trabajo. Ulises, era un adolescente, hijo de un
granjero holandés y una india guajira, que tenía hermosos ojos marítimos y
solitarios e identidad de ángel furtivo.
En el momento que Ulises visitó a la carpa de
Eréndira, ambos sintieron una atmosfera diferente, sintieron amor, se
quisieron. Se quisieron. Eréndira fue su primera mujer con quién él hacia el
amor. Ulises se enamoró de Eréndira perdidamente a penas la conoció y por ese
amor desarrollo un poder especial: volver azules las cosas de vidrio. Un chico
simpático que conoció una noche y al que se entregó sin dinero alguno.
En a San Miguel del Desierto había una casa de misioneros. Los misioneros hablaron con la abuela de la niña puesto que Eréndira era menor de edad, comunicaron que querían ponerla bajo su custodia, o deberían buscar otros métodos. En la noche cuándo ambas dormían, unas personas enviados por los misioneros, se llevaron la niña al convento de la misión. Eréndira no malgastó ni una noche de sueño desde que consigo llegar al convento. Descubrió otras formas de vida, otros puntos de vista sobre la belleza entre otras cosas que jamás había imaginado en el ahogado mundo de la cama. Eréndira se sentía feliz porque prefería el oficio que tenía en el aquel lugar, que era estar pendiente de limpiar en todo momento las escaleras que dejaban embarradas los misioneros cada vez que pasaban, al de prostituirse para pagar una deuda de la cual no era culpable, porque solo era un niña sin protección. Ella era feliz, cuando una monja demostraba unas bonitas melodías musicales. Eréndira se sentía ella, se sentía como lo que era, una niña, aprendiendo nuevas cosas. Para su desgracia su abuela seguía insistiendo en recuperar a su nieta que le debía una gran cantidad de dinero.
En a San Miguel del Desierto había una casa de misioneros. Los misioneros hablaron con la abuela de la niña puesto que Eréndira era menor de edad, comunicaron que querían ponerla bajo su custodia, o deberían buscar otros métodos. En la noche cuándo ambas dormían, unas personas enviados por los misioneros, se llevaron la niña al convento de la misión. Eréndira no malgastó ni una noche de sueño desde que consigo llegar al convento. Descubrió otras formas de vida, otros puntos de vista sobre la belleza entre otras cosas que jamás había imaginado en el ahogado mundo de la cama. Eréndira se sentía feliz porque prefería el oficio que tenía en el aquel lugar, que era estar pendiente de limpiar en todo momento las escaleras que dejaban embarradas los misioneros cada vez que pasaban, al de prostituirse para pagar una deuda de la cual no era culpable, porque solo era un niña sin protección. Ella era feliz, cuando una monja demostraba unas bonitas melodías musicales. Eréndira se sentía ella, se sentía como lo que era, una niña, aprendiendo nuevas cosas. Para su desgracia su abuela seguía insistiendo en recuperar a su nieta que le debía una gran cantidad de dinero.
La anciana inclusive llego a hablar con el alcalde
recibiendo una respuesta no muy positiva para ella, más que no podía hacer
nada. Dando la razón que los misioneros tenía el derecho de quedarse con Eréndira,
hasta que fuera mayor de edad o en su defecto hasta que se case. Por supuesto
la abuela busco formas de sacar a su nieta del convento, comunicándose con
contrabandista reluciendo su nombre de “La Dama de Amadis el grande” convencida
de que conocieran a su familia contrabandista, pero nuevamente para su desgracia
el hombre no sabía de qué hablaba.
La única solución que encontraba la anciana era pagar
veinte pesos a un niño indio para que se casara con Eréndira. En el momento que
se le pregunto a la niña que cual era su deseo libre, ella respondió que no
deseaba casarse, solo irse con su abuela.
En su casa, Ulises solo pensaba en Eréndira. La madre guajirana de Ulises, le dijo que esas cosas sólo suceden por amor, su madre se dio cuenta del amor que sentía su hijo. La relación de los padres de Ulises era complicada porque su madre no sabía holandés y su padre no sabía guajiro. Entonces Ulises podía tener una conversación distinta con cada uno de los padres. Ulises no quería hablar sobre Eréndira con su madre, aunque ella entendía que había alguien que había encendido los sentimientos de su hijo. Ulises no podía dormir conviviendo con el dolor de las memorias, hasta que el propio dolor le dio impulso. Se fugó en busca de su amada, decidió escaparse e ir a por ella, viajó por el desierto el resto de la noche y por los pueblos preguntando cuál era el rumbo de Eréndira. Pasó poco tiempo, Ulises la encontró.
En su casa, Ulises solo pensaba en Eréndira. La madre guajirana de Ulises, le dijo que esas cosas sólo suceden por amor, su madre se dio cuenta del amor que sentía su hijo. La relación de los padres de Ulises era complicada porque su madre no sabía holandés y su padre no sabía guajiro. Entonces Ulises podía tener una conversación distinta con cada uno de los padres. Ulises no quería hablar sobre Eréndira con su madre, aunque ella entendía que había alguien que había encendido los sentimientos de su hijo. Ulises no podía dormir conviviendo con el dolor de las memorias, hasta que el propio dolor le dio impulso. Se fugó en busca de su amada, decidió escaparse e ir a por ella, viajó por el desierto el resto de la noche y por los pueblos preguntando cuál era el rumbo de Eréndira. Pasó poco tiempo, Ulises la encontró.
Tentó a Eréndira a huir con él al otro lado muy lejos
de la frontera.
Ulises le enseño a su amada Eréndira una naranja de
la caja de los capitales de su padre, eran muy especiales por que las naranjas
que cultivaba el granjero holandés, padre de Ulises, tenían un diamante
legítimo en el centro. Por esto, las llevaban de contrabando y cada naranja
costaba 50.000 pesos.
En el interior de esta naranja se encontraba clavado
un diamante legítimo. También le enseño una pistola y le dijo que tenía como
desplazarse, tenían forma de huir y dejar todo el dolor atrás. Eréndira
asustada de la encantadora propuesta de Ulises después de unos días logro
decidirse. Quería alejarse para siempre de su abuela. Huyeron hacia el
desierto. Esa vez la abuela recurrió de inmediato a la autoridad civil. El
comandante decidió atrapar los fugitivos. En una camioneta militar viajaron el
comandante, la abuela, el padre de Ulises y unos agentes armados.
Al mediodía empezaron a ver restos de la camioneta de
Ulises por el camino. Los jóvenes fugitivos fueron atrapados y empeoro la
esclavitud para Eréndira. En la frontera, se encontraban Eréndira y su abuela,
donde la cantidad de hombres eran infinitas deseosos de su cuerpo. Allí se encontraban
muchas personas, la furia de las mujeres del pueblo despertó y como un perro,
la ataron a la cama. Atada con una cadena de perro en su tobillo, la anciana
daba un discurso con la finalidad que agradeciera por todo, porque “vivía como
una reina” como siempre Eréndira solo decía “Si, abuela”. Se sometió en
silencio al tormento de la cama cuando la abuela le cantaba la visión de
futuro, la sacaron a la calle desnuda, hasta que alguien tuvo el valor de
cubrir su cuerpo.
Su viaje hacia el mar, inicio cuando la anciana rebosaba
de dinero. Al llegar al mar, comenzaron los sueños de la abuela sobre la
grandeza del futuro de Eréndira. La abuela pasó todo el tiempo hablando sin
soñar sobre sus nostalgias de amores caribellos y de todo el mundo, Eréndira
solo pensaba en Ulises. Lo llamó con toda la fuerza de su voz interior
“¡Ulises!” Quería verlo.
Ulises escucho la dulce voz de Eréndira con perfecta
claridad. Se decidió salvarla de su desgracia. Se fue sin despedirse de sus
padres, partió hacia ella.
La última vez tuvo éxito. Pero no sin molestias. Eréndira le suplico a Ulises que matara a su
abuela. El primer intento fue matar a la abuela con una torta en la cual
había veneno quizá libra de veneno para ratas revuelto con nata de leche y
mermelada de frambuesa. Se la dio a la anciana, quien, encantada, la recibió
sin preocupaciones. Después de comérsela entera, durmió como siempre Sólo
resultó en que la abuela tuvo problemas y en que le perdió los pelos. Al segundo
Ulises utilizó un detonante. Puso una bomba en el piano de la abuela.
Esto sólo trajo más deuda para Eréndira, pero esto
solo logro una peluca y ropa quemada, pero la abuela se encontraba más que
viva, incluso más que nunca.
Al tercero intento Ulises, cogió un cuchillo teniendo
una dura batalla, después de asestarle varias puñaladas, mató a la abuela.
Eréndira, cogió los lingotes de oro del chaleco de su abuela y corrió hacia la
libertad iba corriendo contra el viento y ninguna voz de este mundo la podía
detener. Ni siquiera la voz de Ulises. Ulises la seguía, nadie logró alcanzarla
y no se supo nunca más de ella.
Este cuento o novela corta fue
uno de los primeros encuentros que tuve con la literatura y puedo decir que
este pueda ser uno de mis escritores favoritos, posiblemente porque la forma en
que describe se me hace muy cercana al conocer los lugares donde fueron inspiradas las
historias, paralelamente con la manera como maneja temas tan delicados como son
el tratado en la novela, como lo es la prostitución infantil y lo que nos da a
pensar mucho porque es una novela escrita hace 43 años y la realidad descrita
no ha cambiado, aún persiste y más aun con los avances tecnológicos que se
prestan para que se lleven a cabo
atrocidades como es el comercializar con niños.
La Cándida Eréndira no deja de
ser una niña manipulable y cándida aunque sea redundante que se puede ver
reflejada en muchos niños y niñas que hay en el mundo y que deben ser protegidos
por ser seres vulnerables.
García, G. Colombia (1972). La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela
desalmada. pdf.
sábado, 9 de mayo de 2015
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